Por Paulina Mauna, encargada comunal de Educación Parvularia del Daem Putaendo.


     Cuando pensamos en Educación Parvularia, la mayoría de las personas entiende que es una etapa fundamental en la vida de los niños y niñas que va desde los cero a los seis años. Es durante este período cuando el ser humano inicia su proceso de aprendizaje de manera integral.

      En nuestra historia este concepto de implementación de un sistema de crianza, con personas y prácticas enfocadas en atender y educar a los pequeños y pequeñas, existe en nuestros pueblos originarios: los mapuches realizaban ritos para fortalecer al niño y la niña; en la cultura yamana, las “madrinas” estimulaban a la guagua con masajes y estimulación motora; y los kaweshkar, nombraban a sus niños después de observarlos detenidamente y de a acuerdo a un sonido  o rasgo físico que se evidenciaba en la primera infancia.

En este sentido, en Chile la práctica de Educación Parvularia comienza a fines del Siglo XIX, que a su vez forja los inicios del Estado Docente, siendo Domingo Faustino Sarmiento su principal exponente y estudioso dedicado al tema. En 1864 empieza a funcionar la primera Escuela de Párvulos en Santiago, a cargo de religiosas francesas. En 1883 había cuatro escuelas enfocadas a atender a niños y niñas de sectores vulnerables y marginados.

La Educación Parvularia se debe  entender como la primera educación que se recibe y que va desde la educación en el ambiente familiar hasta la educación en las guarderías o kindergarten. Es decir, es la etapa que vive el ser humano en sus primeros años de vida y en donde se va adaptando a lo que en el futuro será la integración a una educación formal y que comienza en la educación básica.

En Putaendo, nuestra historia en atención a la primera infancia tiene larga data, ya que los establecimientos educacionales comenzaban con Kindergarten ya en la década de los 80. Ha sido largo el camino. Hemos ido evolucionando y mejorado de la mano de las mismas once Escuelas y Liceos, los cuales desde pequeñas y simples construcciones han tornado en establecimientos modernos y funcionales. Así también se incorporaron los jardines infantiles y salas cuna para dar satisfacción a las necesidades de los padres y madres trabajadoras de nuestra comuna de manera comprometida.

Hemos visto pasar varias generaciones de niños y niñas que con sus sueños y risas han formado parte importante de nuestras vidas. Hoy queremos rendir un homenaje en su día a la Educadoras de Párvulos de Putaendo, dueñas de un espíritu de servicio a toda prueba, de un sentido de responsabilidad profesional sin par, creativas, alegres e innovadoras.

Por algo somos las PRIMERAS EDUCADORAS DEL SISTEMA ESCOLAR que traspasan no solamente saberes que serán el cimiento para lo que depare el futuro, sino que, también, parte de su alma a cada niño y niña con el cual hemos compartido. Todo nuestro cariño y respeto en este día a: Tía Vero, Tía Rosita, Tía Cecilia, Tía Carla, Tía Loreto, Tía Rossana, Tía Paola, Tía Claudia Aguilar, Tía Damaris, Tía Claudia Araya, Tía Fanny, Tía Marcia, Tía Lidia, Tía Johanna, Tía Paty, Tía Alejandra, Tía Karen, Tía Claudia, Tía Ingrid y Tía Gabriela y a todas quienes se esfuerzan por sacar adelante la educación de párvulos en Putaendo.

¡¡FELICIDADES!!

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